Pijamas Hombre Clásicos Elegantes

El Caballero Que Usa Pijamas

Muchas veces se cree que la elección de un buen pijama, el estilo y la elegancia queda reservado solo para las damas. Pero más allá que un simple atuendo para dormir, debe ser visto como una prenda práctica que te proporciona toda la comodidad y seguridad. Un hombre que duerme en pijama puede acudir a cualquier emergencia a mitad de la noche sin preocupación alguna.

La idea del uso del pijama, es tomarse ese momento justo para sentirse descansado y en total estado de relajación después de un día de intensa actividad, un momento de amor propio.

Un traje acorde, junto con una camisa, corbata a juego y un pañuelo para ofrecer si hace falta, proyectan a un individuo que se diferencia en carácter, persona éxito no solo aparente, sino que crea hábitos y costumbre hasta en la hora de tomar un descanso.

Llevar Estilo Hasta en la Hora del Descanso

Es claro que para recuperar energías luego de terminar un largo día de trabajo y de rutina agotadora es fundamental darse un sueño reparador para continuar con otro nuevo día, o si se tomó una siesta en un momento de la tarde, seguir con lo planeado.

En ocasiones se le da más importancia a detalles como conseguir el teléfono más nuevo y sofisticado o comprar el coche más llamativo, pero se tiende a olvidar por completo los aspectos internos que causan más impacto en la vida privada y que se cree no son influyentes.

Cambiar el colchón de la cama cuando ya está desgastado y no brinda un buen sueño, cambiar el cepillo de dientes, bañarse o contar con un pijama acorde a la época que brinde el mejor confort. Aspectos más allá de la banalidad que algunos piensan, hablan de una persona organizada con hábitos saludables que se enfoca en su bienestar personal.

Un Hombre Con Actitud, Un Hombre con Estilo

Cuando se cuidan detalles que influyen directamente en la salud y el bienestar de la persona, cuando las personas se atreven a tomar pequeños riesgos que marcan la diferencia con una buena actitud y sin caer en la arrogancia, son hombre y mujeres bien vistos que no les importa las apariencias y se centran en ellos mismos.

Si el hombre es capaz de conocerse a sí mismo, no le teme a experimentar cosas nuevas sin apartar su esencia distintiva, son seguros de ellos mismos, pero sobre todo son auténticos no solo en lo material sino también en su personalidad, resaltan como individuos con un estilo propio que transmiten confianza.

Entonces, un hombre que comienza a preocuparse por los aspectos internos, tanto físicos como psicológicos que suponen bienestar para su vida, al final del día también se irán reflejando al exterior. Pues como siempre se ha dicho, al empezar a hacer cambios, primero se inicia con lo de adentro y de forma natural y espontanea estos serán la carta de presentación silenciosa que destaque.

No es necesario tener dinero para tener estilo, pues mientras se tenga la actitud para afrontar la vida y realizar las distintas actividades, el estilo viene solo con una sensación de completa seguridad y confianza.

Los Símbolos que Transmiten Status

Un dato curioso es que en lo que va de historia del mundo occidental moderno, las personas se retiraban a dormir con simplemente la ropa interior que había cargado durante el día. No fue hasta en los inicios de la edad moderna que se da paso a cambios radicales en todos los niveles y la moda no fue la excepción.

Aparecieron las vestimentas mucho más elaboradas y creativas de lo que se venía observando, de día o de noche era un despliegue de glamour con la intención de reflejar el nivel social en el que se estaba y ni una sola prenda para vestir, ni siquiera el pijama pasaba desapercibida.

Decidir por ropa un poco más cómoda para el descanso y el la idea de la ropa de noche al terminar el día era referente al lujo y los detalles que no se debían descuidar.

El cambio real más notorio en cuanto a ropa para dormir se refiere se dio con la llegada de la Revolución Industrial, en la cual el uso del pijama empezó a masificarse gracias a cambio del lino por el algodón. Del mismo modo, otro punto significativo en la historia para los pijamas sucedió en los años 20 gracias a que grandes marcas de ropa añadieran dicha prenda en sus colecciones y esto afincara una imagen de glamour y elegancia por quien lo usara

El Pijama como Sinónimo de Calma

El colocarse el pijama, indistintamente el momento del día, sugestiona al cerebro para entrar en un estado de relajación, porque el pijama se relaciona con eso. El descanso, la seguridad y el bienestar de saber que se está tranquilo y libre de preocupaciones.

A pesar de lo raro que se pueda sonar, este atuendo proporciona estabilidad, un hábito para dormir y un orden que programa la cabeza a buscar el mejor sueño posible. No es por nada que muchas de las recomendaciones a la hora de tele trabajar es quitárselo para obligarse a salir de ese estado soñoliento y de relajo que aporta.

Del Pijama a la Actividad

Un hombre que descansa con el pijama puesto puede despertar con las energías repuestas para afrontar los retos de un día excelente, siempre a la mano de una buena alimentación. Quien duerme en pijama puede despertarse en la noche si lo requiere, sobre todo si se trata de noche invernales en las que el frío no perdona, se puede estar perfectamente cubierto sin ninguna preocupación, dando también la mejor de la impresiones en cualquier contexto si descansa con la mejor de las pijamas.

Es interesante resaltar que el cuerpo todos los días pierde piel y libera sustancias, por tanto, usar un atuendo en específico como el pijama se relaciona, de igual manera, con la higiene pues si no existiese todo lo que libera el cuerpo mientras duerme iría directamente a las sábanas, al colchón o hasta en el resto de la habitación en la que se descansa.

Es por ello que, además de que usar pijama crea una rutina inconsciente asociada al orden, responde a un hábito de salud tanto físico como psicológico que trae comodidad, suavidad que sirve como barrera idónea contra los gérmenes que pudiesen habitar alrededor, sin contar que en ocasiones a algunos les gusta comer en la cama, lo que atrae hormigas y demás animales.

 El Uso del Pijama como Cultura

Como individuos de buenas costumbres transformadas en hábitos, hay ciertas consideraciones a destacar para el uso correcto, higiénico y consiente con varias mudas de esta prenda y con una semana de uso para su próxima lavada más o menos.

Hay que aclarar que es ropa para dormir. Si hablamos del hecho de que entre sus beneficios está cuidarnos de las bacterias, de nada sirve utilizarlo durante todo el día si se estarán acumulando esos microorganismos encima para llevarlos a la cama. Al momento de escoger un buen pijama se debe elegir la tela más acorde a la estación del año para no sufrir de frío por la noche o demasiado calor. Sin mencionar la más suave y cómoda que permita un sueño realmente placentero.

 

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