Es un hecho que el hombre de cualquier edad necesita dormir, mejor aún si es en un cómodo pijama que garantiza el descanso. El descanso forma parte del bienestar, tal y como lo indican importantes instituciones referentes que se dedican a promover la salud y el bienestar, donde a través de interesantes artículos explican que el dormir es esencial, ya que el sueño fortalece la mente, restaura el cuerpo y fortifica todos los sistemas del organismo integralmente.
Pero, de igual forma, es muy prudente realizar un chequeo médico periódico para tomar el control de la salud desde una actitud preventiva de la manera más adecuada posible, bajo el acompañamiento de un personal médico indicado. Gran parte de los hombres tienen que entender que las visitas médicas, más allá de las apariencias, constituyen el factor clave para evitar problemas que pueden estar perjudicando su salud.
En este sentido, el llamado a la conciencia se debe a que muchas veces, al estar sumidos en el ajetreo del trabajo como parte de un sistema social que puede acarrear un estilo de vida poco beneficioso, los hombres están expuestos al deterioro temprano de su vitalidad.
Vitalidad y Actividad Física
Ahora bien, es común que los hombres en sus 30 sientan una gran vitalidad y energía, lo que de algún modo le resta importancia a cultivar buenos hábitos sobre todo en la alimentación y el ejercicio. Algunas estadísticas indican que la preocupación por hacer ejercicio consciente, mejorar la alimentación asi como abandonar malos hábitos como la ingesta de alcohol o el tabaquismo, comienza después de los 40; cuando llegan los embates como producto de algunos excesos y descuidos en el hombre cuando más joven.
La necesidad de las consultas médicas anuales es sumamente importante para comprobar no solo la situación actual y el estado de salud, sino también, para descubrir posibles enfermedades que seguramente no presentan síntomas y no son tan sencillas de detectar.
Por lo tanto, la tendencia de los caballeros antes de los 40 es de aplazar estas revisiones por creer que es símbolo de debilidad, no es más que un miedo originado por creer que a la medicina solo se acude cuando se está en un estado crítico, cuando al hacer esas visitas tempranas y regulares evitará algún malestar futuro.
El Ejercicio Físico Como Parte de una Rutina Saludable
Del mismo que es necesario ir al médico periódicamente para tener una rutina que promueva el bienestar, el ejercicio físico complementa esa actividad que el cuerpo y la mente requieren, ya que ayuda a prevenir esos problemas de salud, incrementando la energía y además para disminuir el estrés.
Unja buena rutina de ejercicios diario ayuda a despejar la mente de los problemas y confiere una vitalidad única, repleta de una sensación real de bienestar sumamente positiva. Así es, el ejercicio físico es sinónimo de vitalidad. El estilo de vida sedentario no trae más que riesgo para el hombre, de ahí que sea tan importante practicar algún deporte, hacer algo de cardio o simplemente salir al caminar.
Una buena caminata diaria ayuda considerablemente a prevenir enfermedades de orden cardiovascular, pues las personas sedentarias padecen mayores riesgos de sufrir aterosclerosis, hipertensión y enfermedades respiratorias. Aún más, puede ocasionar importantes daños en el sistema cardiovascular, acentuando los efectos de más situaciones de riesgo como la obesidad, la hipertensión o el colesterol.
Combatir el sedentarismo es realmente sencillo, basta con organizar pequeñas actividades físicas para comenzar poco a poco. En Internet se pueden encontrar diversas propuestas de ejercicios y actividad fisca para mantenerse activo aun estando en casa. Lo importante es comenzar, plantearse pequeñas metas y ejercicios diarios para ir acostumbrándose y paulatinamente agregar un poco más de intensidad.
Adicionalmente, el ejercicio y actividad física, además de evitar las enfermedades asociadas al corazón antes mencionadas, reduce altamente los efectos del envejecimiento, mejora la calidad del sueño, ayuda a mantener el peso adecuado saludable al aumentar el metabolismo y contribuye a la salud mental evitando la ansiedad y la depresión.
Independientemente de la meta personal que se proponga con las rutinas físicas, es importante acompañarlas siempre con una muy buena alimentación. Por la misma falta de actividad, exceso de trabajo o el mismo aburrimiento, es fácil querer comer a toda hora buscando qué hacer para matar el tiempo; el ejercicio requerirá de comidas saludables que aporten los nutrientes necesarios, y regulará esos desajustes de horarios tanto de sueño como alimenticio.
Hábitos de Descanso y Reposo
Entonces hacer ejercicio es esencial, pero al llegar el momento de dormir, el descanso es también muy importante, pues es momento de ponerse el pijama preferido y descansar para recuperar la energía luego de una buena rutina de ejercicios. De aquí que, muy al margen de lo que muchos creen, existe cierta cantidad de horas necesarias que, dependiendo de la edad, son las realmente requeridas para reestablecerse, el exceso de dormir mucho más tiempo de lo necesario también es perjudicial para la salud.
Los expertos sugieren que un adulto de entre 26 a 64 años duerme de 7 a 9 horas, pero un adulto mayor a partir de los 65 años en adelante se reduce su hora de sueño a unas 7 a 8 horas.
Estos datos en realidad solo representan una guía del rango de horas aconsejable o sugerido de acuerdo con cada grupo de edad para un sueño más saludable. En algunos casos, dormir una hora más o menos de lo regular es aceptable dependiendo de las circunstancias individuales de cada uno, por lo que el médico de cabecera seguro puede brindar una orientación mucho más exacta en concordancia con su estilo de vida particular.
Al igual que se necesita estar consciente de las horas mínimas requeridas para dormir, es relevante ponerse a pensar sin dentro de ese lapso se logró la calidad de sueño. Esta es importante por distintas razones, al igual que respirar, alimentarse y beber, influye en la capacidad de cada quien en sentirse descansado y con energía para el nuevo día, pero, sobre todo, la calidad del sueño asegura la salud física y mental, por lo que contribuye a la calidad de vida en general.
Por supuesto, es que dormir también ayuda al desarrollo del cuerpo, por ese mismo motivo, los bebés, los niños y adolescentes necesitan dormir un poco más que los adultos. Pero lo indiscutible es que las personas de todas las edades tienen que dormir para evitar enfermedades o recuperarse de las mismas.
Una precaria calidad del sueño y el déficit de este pueden tener consecuencias muy negativas. Pudiendo ser de orden fisiológicos, incluyendo el riego de accidentes cerebrovasculares, enfermedades cardíacas e hipertensión arterial. En el mismo orden, lo efectos negativos podrían ser psicológicos, como la irritabilidad, la ansiedad o la depresión que sobreviene de estados de insomnio prolongados o crónicos.
Lo cierto es que es necesario establecer un balance, cierto equilibrio para llevar en la medida de lo posible, una vida saludable. El control médico, el ejercicio diario, la alimentación y el descanso, con su buena prenda para dormir, o con un cómodo pijama, son sin lugar a dudas rutinas de buenos hábitos para lograr una buena salud para un hombre con expectativas de calidad de vida después de los 40.
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