pijamas largos de punto de caballero

Proceso De Adaptación Y Evolución Del Guardarropa

¿Cómo y por qué hubo una transformación de usar las túnicas o ropa interior más básica de dormir a ropa de moda específica para dormir?

Durante la mayor parte de la historia occidental, la vida fue muy dura y la gente tenía guardarropas muy limitadas. La mayoría de las personas usaban una camisa de lino (mujeres) o una camisa (hombres) como prenda interior principal, que a menudo se doblaba como ropa de dormir. Sin embargo, durante el Renacimiento, se comenzó a observar que los muy ricos empezaron a tener ropa de dormir separada, muy similar a la camisa.

Desde finales del Renacimiento hasta el período barroco, también se incorporaron prendas más relajadas en la ropa para el hogar; en la actualidad este tipo de prendas se conocen como ropa de descanso. Estas prendas incluían chaquetas cortas (que podían ser tejidas) y una túnica relajada que usaban los hombres llamada banyan. Las mujeres adoptaron la bata como un elemento de uso común durante el período barroco. Estas prendas de salón se irían modificando con el paso de los siglos (convirtiéndose en batas,  smokings, capas de gala, etc.) pero cumplían el mismo propósito.

Hubo un énfasis mucho mayor en la vestimenta correcta durante el siglo XIX. Las prendas eran mucho más asequibles como resultado de la revolución industrial (que también resultó en un cambio del lino al algodón) y la vestimenta correcta era una forma de establecer el estatus. Se cree que los pijamas fueron introducidos en la vestimenta occidental por los colonos británicos que los habían adoptado mientras vivían en la India. Los camisones se asociaron cada vez más con la tradición, mientras que los pijamas se promocionaron como sensatos, modernos y adecuados para un estilo de vida activo. Fueron bastante comunes después de 1900.

Evolución De Los Pijamas Según El Género

Las mujeres comenzaron a adoptar el pijama en la década de 1910, cuando el pan-orientalismo estaba de moda, y alcanzó su punto máximo durante la década de 1920. Desde entonces, los pijamas para hombres se han mantenido bastante consistentes, mientras que los de mujeres han seguido los cambios en la moda.

Los camisones de mujer siguieron una trayectoria similar durante el siglo XIX. Después de la década de 1870, los camisones y las túnicas que los acompañaban se volvieron cada vez más elaborados y ligados a las tendencias de la moda. Los materiales se volvieron más finos y más filiformes y se introdujo el color. Los camisones seguirían las líneas de moda de la vestimenta: los ejemplos de los años 20 son geométricos y tubulares, los de los años 30 son sinuosos y con cortes sesgados. Los materiales modernos como el rayón y el nailon se utilizaron ampliamente e hicieron que las elaboradas creaciones con volantes fueran más asequibles y prácticas que nunca.

Tradicionalmente, se esperaba que las mujeres tuvieran un guardarropa de ropa de dormir como una extensión de su vestimenta diaria. La ropa de dormir de las mujeres está más sujeta a los caprichos de la moda y, por lo tanto, las mujeres compran más. En las colecciones de los museos, los camisones de mujer abundan, mientras que los pijamas de los hombres son difíciles de conseguir porque los hombres tienden a usar lo mismo una y otra vez hasta que se desgasta.

En la actualidad no es muy común, que el hombre promedio se consciente de las consecuencias que le acarrean el no usar de forma frecuente, ropa de dormir; al punto de poder concluir que ese hecho pudiese haber influido en el padecimiento de largas noches de mal sueño, incluso insomnio. También es poco probable, que una vez que se prueba el uso frecuente del pijama, como “uniforme de descanso y relax”, es muy posible que no se desista de su uso más nunca. 

Muchas personas realmente no consideran la importancia de la ropa de dormir. Si se piensa y analiza de esta manera: al igual que se tiene ropa de trabajo para el ambiente profesional y ropa que se usaría para una noche de fiesta o de alguna gala especial, el tiempo de sueño también exige un código de vestimenta específico. Que intrínsecamente, viene con muchísimos e insospechados beneficios incluidos. Simplemente un día se ha de notar, que ajustándose a este código, la estadía nocturna en la cama será algo más que reconfortante, y por muy buenas razones que trascenderán de forma palpable y definitiva en el bienestar integral del usuario.

La ropa de dormir para hombres va desde pijamas hasta boxers, chaquetas, camisetas amplias y pantalones desahogados. Si bien las variaciones de estilo se amplifican con la elección en el diseño, siempre se hace hincapié en la comodidad y sensación de confianza que produzca la prenda sobre el usuario, lo que se orienta a permanecer como una constante, para optar por el tipo de material y combinación adecuados.

También hay un poco de historia de la ropa de dormir unido a la ropa para hombres como es el pijama.

Con tanta gente confinada en casa estos últimos meses, debido a la emergencia sanitaria que impacta al mundo en general, el interior de los hogares se ha convertido en el nuevo exterior, para muchos. Es donde se hace ejercicio, se charla digitalmente con amigos y, por supuesto, se trabaja de forma remota. Pero también sigue siendo el interior, donde se duerme, se descansa y se realizan todas las actividades que son primordiales para la cotidianidad del ser humano promedio. Esto puede provocar cambios frecuentes de vestuario y por su puesto un replanteamiento del armario masculino.

La necesidad de ropa de dormir, específicamente pijamas como parte del guardarropa masculino, es más que un pedazo de historia que se le atribuye a la necesidad y a la modernidad.  Esta, se extiende a esa comodidad tan privada y le permite desarrollar una especie de relación entre los sentidos, y los diferentes estados de relajación, llegándose a un verdadero desarrollo del estado mental sano de cualquier persona. Es la comodidad en su máxima expresión, ya que el material de la ropa de dormir, o del pijama es más holgado y no se adhiere al cuerpo, lo que otorga un verdadero estado de libertad. Esto permite dormir sin inhibiciones y se asegura de que la circulación sanguínea se mantenga de manera óptima y que no haya obstrucciones mientras se duerme.

Aunque recientemente, los pijamas han pasado a ser un estilo de ropa de abrigo y de uso cotidiano para mucha gente, se debe saber que los materiales utilizados para hacer estos diseños para diferentes ocasiones y funciones, también son diversos. Por lo tanto, no se debe confundir la ropa de dormir con ropa de uso diario y cotidiano. Esta ropa de uso diario, de estar en casa podría ser un par de camisas y pantalones gastados, que se usa excesivamente en casa; que podrían ser una variedad de combinaciones y a las que se pueden agregar un enfoque disoluto y lento para pasar la vida más relajado.

No se puede subestimar la necesidad de estilo en la ropa de dormir, así como se pone empeño en la selección de las prendas usuales de vestir, de igual forma se debe considerar el pijama dentro de estas importantes decisiones.