No hay dudas que el COVID-19 transformó la forma en que las personas trabajan, socializan y aprenden en poco tiempo. Esta plaga moderna en curso también podría dar forma a las tendencias de la moda en los próximos años.
En poco tiempo, COVID-19 transformó la forma en que las personas trabajan, socializan, educan a sus hijos y más. Las calamidades globales pasadas han cambiado las actitudes culturales y las tendencias de la moda durante décadas. Con esta plaga moderna en curso, también se podrían dar forma a las tendencias de vestuario en el futuro. Entonces ¿cuáles serán las nuevas formas de ir al trabajo después de un año de llamadas de Zoom y el uso del pijama como ropa casual de negocios?
Moda En Tiempos Del COVID-19
Históricamente, las personas actualizan su guardarropa durante todo el año, comprando ropa nueva por temporada y, a veces, de manera impulsiva. Sin embargo, en medio del cambio al trabajo remoto y las restricciones públicas de COVID-19, las compras minoristas no tradicionales se desplomaron, pero muchos minoristas de ropa crecieron y se expandieron.
Es un sentimiento generalizado que las tendencias continuarán en términos de lo que se ha considerado ropa cómoda de uso diario en la actualidad y en el día a día, ya sea que se trabaje de forma remota o en la oficina. Esta fue la tendencia antes de la pandemia, y en algunas latitudes sigue siéndolo. El pijama influyó tanto en la ropa de hombre como de mujer.
En el último año, el trabajo remoto se generalizo y masifico de tal forma que se llegó a tomar como “la nueva normalidad”. A pesar de que muchas empresas han considerado la transición después de la pandemia, y si bien estas han creado un híbrido para los trabajadores con la opción de trabajar en casa.
Vestido Para El Éxito En Zoom
Las vídeo llamadas las 24 horas del día han reemplazado a las conferencias en persona, para muchos profesionales remotos. No hace falta decir que vestirse para el éxito de Zoom, requiere comparativamente menos consideraciones centradas en la moda, que el simple hecho de ponerse el pijama favorito. Durante el cambio al trabajo remoto, apelar a la estética de la cámara podría jugar un papel en las elecciones de moda a corto plazo, incluyendo a nuestra prenda estrella, el pijama.
El futuro cercano se verá afectado por las marcas que buscan cómo pueden atraer a los consumidores que trabajan desde casa, como detalles en el escote y colores brillantes que se pueden capturar con la cámara. La mayoría de las personas no usaban pijamas, pero se podría decir que uno de los efectos positivos que ha dejado esta pandemia a nivel mundial, ha sido el crecimiento en el uso del mismo, no solo en cantidad, sino en crear conciencia real de su existencia y versatilidad como pieza de confección ideal para el descanso y además, para el trabajo cómodo desde casa, claro bajo circunstancias especiales como la del COVID- 19.
Durante los últimos 12 meses, muchas personas han agregado algunas nuevas piezas, limitando y eliminando prendas viejas del guardarropa. A medida que las empresas comiencen a llevar a los empleados a la oficina tradicional en persona, las comodidades del hogar podrían llegar al lugar de trabajo de alguna forma; no es un hecho, pero podría pasar que algunas empresas llegaran a permitir el uso del pijama en sus instalaciones.
Es posible que se pueda llegar a creer, que la mayoría de las personas querrán estar cómodas o necesitarán encontrar ropa que les quede bien debido al peso que han ganado al quedarse en casa. Los tejidos juegan un papel importante en la comodidad y el ajuste, y creo que esta tendencia continuará como una opción y dirección de las marcas para ofrecer a los clientes. En este sentido, los pijamas pudieran ajustarse perfectamente a esta tendencia, que de alguna forma, influiría en mantener el rendimiento de los trabajadores en ese proceso de reintegración post-pandemia, al lugar de trabajo.
Perspectiva Histórica Y "Nuevas Normalidades"
La pandemia de coronavirus en curso puede no tener precedentes en la historia reciente, pero las calamidades mundiales no son infrecuentes y otras interrupciones han dejado impresiones duraderas en la moda y las costumbres culturales. Por ejemplo, después de la Segunda Guerra Mundial y el racionamiento de suministros básicos, como el combustible, el azúcar y las harinas.
Las faldas estaban llenas y la feminidad volvió como una tendencia después de que la fuerza laboral se volvió más femenina para el esfuerzo de guerra. Estas son dos tendencias importantes que afectaron la moda después de la guerra y continuaron durante la década de 1950.
El impacto duradero de la pandemia de coronavirus en las tendencias de la moda y las expectativas de vestuario de oficina aún está por verse. Más allá del lugar de trabajo y las salas de Zoom, el cambio al trabajo remoto a gran escala podría cambiar el enfoque vanguardista de las personas hacia las salidas y reuniones sociales, incluyendo a los pijamas en esos planes.
Podría afectar la forma en que se ve, seria como “disfrazarse” para las actividades al aire libre o para ir al trabajo. Algunos sienten que se quisiera agregar más emoción a la forma en que se visten fuera del hogar. Otros sienten que la comodidad se ha convertido en un estilo de vida, y el consumidor encontrará formas de estar cómodo en público.
La verdad es que es un hecho que, después de meses de trabajar en pijama, varias empresas están cancelando el gran experimento de trabajo remoto y arrastrando a los empleados, de regreso a la oficina. Algunos, no planean adherirse al estricto código de vestimenta habitual en la nueva era de oficina post pandémica, ni nada parecido. Es tanto protesta, como practicidad.
En cualquier caso, después de que los empleados han experimentado la sabrosa liberación que es "trabajar con la ropa de dormir", es difícil imaginarse volver de nuevo a la rigidez de los trajes ajustados y uniformes tediosos.
Por mucho que no sea del gusto general admitirlo, muchos han acumulado algunos kilos pandémicos de más, en medio de un año perdido de cuarentena e hibernación. En general, a la mayoría de las personas, la ropa no se ajusta bien a las anteriores tallas, y ciertamente se podría usar un poco de tiempo para reajustarse social y profesionalmente después de un año de videos y de reuniones de Zoom para mejorar la apariencia.
La "nueva normalidad", como se conoce comúnmente a esta realidad actual en constante cambio, implica el fin de un estándar anterior. Los trabajadores de oficina tardarán un poco en volver a asimilarse a la naturaleza corporativa después de un año de improvisación y arrebato. Mientras tanto, tal vez las empresas puedan probar algo nuevo en lo que respecta a las expectativas internas del código de vestimenta.
Tal vez pueda considerarse el uso libre del pijama, o tal vez pueda llegar a autorizarse un día específico de la semana para poder usarlo. Al final del dia, durante la cuarentena muchos trabajadores mantuvieron sus rendimientos basados en la comodidad y confianza que les aportaba el poder ejercer sus funciones en un ambiente seguro, autentico y sin mucha rigidez, sin dudas un gran aporte del pijama.
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